Se caracteriza por la ausencia total o casi completa del iris, aunque también afecta a otras estructuras del ojo.
Las personas que la padecen suelen presentar fotofobia y una visión muy reducida. Además, a lo largo de su vida tienden a manifestar: cataratas, ptosis palpebral, ojo seco, glaucoma...
A pesar de que su diagnóstico es sencillo, el pronóstico de cada paciente varía dependiendo de las afecciones.
Las personas con aniridia tienen que realizar un examen ocular de forma frecuente y llevar unas gafas para proteger el ojo de la luz solar. Además, se les tratarán las diferentes dolencias derivadas, ya mencionadas anteriormente.
Por último, cabe destacar que existe un grupo de apoyo: Aniridia Foundation International (http://www.aniridia.net/).
Para más información, consulte : 1 y 2
No hay comentarios:
Publicar un comentario