En esta enfermedad los vasos sanguíneos de la retina se encuentran dilatados y permeables. Como consecuencia la sangre sale a la retina provocando la acumulación excesiva de lípidos. Si esta situación emperoase, causaría el desprendimiento de la retina y la pérdida de visión.
Presenta cinco etapas, de las cuales la primera consiste en que los vasos están dilatados pero no son permeables; y en la quinta el paciente manifiesta dolor y pérdida de visión.
En su inicio es prácticamente asintomática, pero a medida que avanzan las etapas, se manifiestan diferentes síntomas, llegando a poder causarse incluso el desprendimiento de la retina.
El diagnóstico lo lleva a cabo el oftalmólogo mediante: oftalmoscopia indirecta, resonancia magnética, angiografía...entre otros métodos.
El tratamiento depende de la fase. Si hay exudación, se suele emplear láser o crioterapia para realizar la constricción de los vasos sanguíneos.
Para más información, consulte: 1 y 2
No hay comentarios:
Publicar un comentario